Uno de los adjetivos que se le podría atribuir a la obra de Juan Díaz-Faes es el «horror vacui» tan característico de sus arremolinados personajes. El concepto de Horror Vacui (miedo al vacío) no nació en el mundo del arte sino en el mundo de la filosofía y la ciencia. En el Barroco, el Horror Vacui pasó a ser considerado un estilo y fue un elemento clave en la arquitectura, la literatura, la escultura y la música. Fue creado para «derrotar» el vacío. Los mejores ejemplos se encuentran en las iglesias barrocas, en el arte de lujo bizantino, en la decoración islámica, en el diseño de interiores rococó y victoriano.